El poder del idioma
Los idiomas son vías de conocimiento, canales a través de los cuales nos conocemos mejor, tienen la capacidad no sólo de hacernos más inteligentes, nos dan calidad de vida y nos hacen mejores personas.
A lo largo de la historia ha habido una lucha entre lenguas por el control del medio. Hablantes nativos y extranjeros, lenguas maternas y nacionales, han estado a la gresca empujándose unos a otros. La lucha por el dominio global a través de la estandarización del lenguaje, de la tecnología, del bilingüismo, la pronunciación y la literatura sigue siendo una realidad.
¿Pero qué sucede cuando las diferentes lenguas no compiten o intentan manipular los significados de las palabras ni se lanzan insultos entre sí, sino que trabajan por mantener los sonidos y las formas del lenguaje mismo?
Reivindicar el encuentro entre los diferentes idiomas e impedir tensiones internas entre lenguas y dialectos, nos llevaría a disfrutar de las ventajas de una realidad más dinámica e interconectada de idiomas en movimiento.
石静远 (Jing Tsu), profesora de Yale, trata de algunos de estos asuntos en su libro: «Sonido y escritura en la diáspora china» (“Sound and Script in Chinese Diaspora”) y de la utilización por parte del gobierno chino del propio idioma como arma para ejercer su “soft power”.
El idioma chino mandarín supone para la autora una sofisticada herramienta en manos del gobierno chino para influir y ejercer el poder. Con un gran trabajo de documentación, su libro analiza el concepto de dominancia cultural a través del nuevo “comercio global del lenguaje” y replantea la tradicional división China-Occidente para terminar planteando la necesidad de prestar atención al pulso de un nuevo mundo.
Fuentes:
http://sg.xinhuanet.com/2014-04/04/c_126356723.htm
https://www.youtube.com/watch?v=_DlqiTsVMqo
http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=5347
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